El Jubileo, cuyo origen latino evoca júbilo y exaltación, es un tiempo de gracia y plenitud. No es un acontecimiento aislado, sino una experiencia comunitaria que se multiplica en la fe y se expande en la esperanza. La Iglesia nos recuerda que, por el bautismo, estamos llamados a ser profetas, sacerdotes y reyes, conscientes de haber recibido los dones de la creación, la redención y la salvación. Dios nos concede la oportunidad de vivir con gratitud, ser redimidos y alcanzar la plenitud de su amor, invitándonos a valorar nuestra existencia con confianza y alegría.
En Huellas, este espíritu se traduce en el compromiso de transformar la realidad de niños, adolescentes y jóvenes, animándolos a ser agentes de cambio en pensamiento y acción, líderes sociales y cristianos que encarnan la esperanza. Reconocer nuestras fragilidades, renovar la fe y recuperar la confianza son pasos esenciales en este camino.
Adviento: preparación
El Adviento es tiempo de espera activa y alegría serena. Es la oportunidad de redescubrir la fe, abrir el corazón al encuentro con Dios y con los demás, practicar la reconciliación y cultivar la paciencia. Prepararse para el Jubileo significa convertirse en “peregrino de la esperanza”, viviendo con coherencia y confianza en medio de los desafíos cotidianos.
Navidad Huellista: celebración
La Navidad es la encarnación de la esperanza en Jesús y en la comunidad de fe. En Huellas, desde ser una escuela de lideres para el servicio: los jóvenes animan celebraciones, organizan actos de solidaridad y se convierten en referentes de servicio. Reconciliarse con Dios y con los seres queridos, realizar obras de misericordia y sembrar paz en cada encuentro son gestos que hacen del Jubileo una experiencia transformadora.
En este espíritu, extendemos la invitación a participar en la Navidad Huellista el próximo 6 de diciembre, celebrada simultáneamente en Caracas, Mérida, Zulia, Monagas, Anzoátegui, Táchira y Aragua. Será una jornada de encuentro comunitario, protagonismo juvenil, oración, solidaridad y alegría compartida, donde juntos caminaremos como verdaderos peregrinos de esperanza.
Fin de año: renovación
Al cerrar el año, el Jubileo nos invita a reflexionar sobre el camino recorrido y a renovar nuestras intenciones para el futuro. Es momento de pedir a Dios que nos conceda mirar con sus ojos de amor y compasión, y de planificar acciones concretas que mantengan viva la esperanza: compromisos de reconciliación, obras de misericordia y proyectos juveniles que transformen la realidad.
En este diciembre de 2025, la Iglesia nos llama a ser Peregrinos de Esperanza, y Huellas nos anima a vivir la Navidad como un tiempo encuentro y promoción del liderazgo juvenil, donde la fe se convierte en acción y la esperanza se hace cultura compartida.
La Navidad Huellista será el signo visible de este camino, uniendo comunidades en distintas regiones del país para celebrar que la esperanza se hace vida en cada gesto de amor y servicio.
Henry Lobo
Asistente Contable y Tributario