Con profunda gratitud y un renovado compromiso con el magis ignaciano Huellas ha compartido los frutos apostólicos del período 2024-2025[1]. Los resultados no solo constatan una notable expansión, sino que son una respuesta concreta al llamado de la Exhortación Apostólica Christus Vivit (CV) y las Preferencias Apostólicas Universales (PAU). Focalizando la misión en la formación de líderes juveniles, en colaboración y trabajo en red.
El “ahora de Dios” y acompañar a los jóvenes
La expansión y vitalidad del Programa Grupo Juvenil es el eje central de esta gestión, materializando la Preferencia Universal de “Acompañar a los jóvenes en la creación de un futuro esperanzador”.
Un total de 3.183 niños, niñas, adolescentes y jóvenes (NNAJ) huellistas participaron activamente en la dinámica grupal, 119 vinculados a la pastoral infantil y 3064 jóvenes asociados al Grupo Juvenil, acompañados por 167 agentes pastorales. El movimiento tiene presencia en 70 lugares a lo largo de 13 estados del país.
La propuesta formativa de Huellas va más allá de lo social, ofreciendo un itinerario de liderazgo cristiano, social y ciudadano. Esta formación sistemática y gradual está alineada con la Preferencia de “Mostrar el camino hacia Dios mediante los Ejercicios Espirituales y el discernimiento”, acompañando a los jóvenes para descubrir su sentido de vida y discernir a la luz del evangelio su lugar en el mundo como ciudadano global.
Sinodalidad y trabajo en red
Uno de los frutos apostólicos más destacados es el modo de proceder de la organización, basado en la colaboración, trabajo en red y sinodal, que son elementos esenciales para construir comunidad. El P. Arturo Sosa S.J. ha insistido en que el trabajo en red no es una opción administrativa, sino el “modo de proceder para ser efectivos en nuestra misión hoy”.
Al articularnos con centros educativos (Fe y Alegría, AVEC, UCAB) parroquias eclesiales (Diocesanas y confiadas a la Compañía), centros comunitarios, Centro de Laicos-Familia y Juventud de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV), Red de Movimientos Juveniles y Redes Apostólicas Ignacianas, desarrollamos la misión en comunidades vulnerables, llevando esperanza y oportunidades a aquellos en las “periferias existenciales” como propone CV y la segunda PAU.
No solo hemos trabajado en red, sino que asumimos el reto de la sinodalidad, logrando la participación activa en más 10 eventos y acciones sinodales regionales en colaboración con la Iglesia Venezolana. Este compromiso refleja una Iglesia que quiere ser un “hogar acogedor” para los jóvenes, escuchando sus voces y caminándoles al lado.
Al promover la convergencia y las sinergias entre las 70 instituciones aliadas, Huellas capitaliza este enfoque, asegurando un uso más eficiente de los recursos para el apostolado. Además, el Padre General ha enmarcado la sinodalidad como un compromiso ineludible, al señalar que estamos “llamados a hacer todo lo necesario ahora para hacer avanzar la sinodalidad en la Iglesia”, un proceso que está profundamente arraigado en el Concilio Vaticano II y en la visión de una Iglesia peregrina que camina unida hacia la reconciliación.
Acompañamiento y liderazgo para la misión
La gestión promovió el acompañamiento de los agentes pastorales, un pilar fundamental en la Exhortación Christus Vivit.
Se logró la formación de 513 agentes pastorales en 22 talleres, con énfasis en estrategias pedagógicas, ciudadanía y en el Protocolo de Salvaguarda y Protección. Al capacitar a los agentes, garantizamos un acompañamiento de calidad, el “auténtico tesoro” de la pastoral juvenil.
El impacto se extiende a la sociedad con 18 actividades de intervención comunitaria en clave sinodal y en red. En ellas, 636 jóvenes desarrollaron habilidades de liderazgo, beneficiando activamente a 1.577 NNAJ.
Mirada al Horizonte
Para el período 2025-2026, la visión estratégica del Movimiento se articula en torno a dos ejes fundamentales: la consolidación de su misión apostólica y la garantía de su sostenibilidad institucional. Las acciones y los recursos se dirigirán de manera prioritaria al acompañamiento integral de los líderes juveniles, fomentando su compromiso con la fe y su rol activo en la construcción de una sociedad reconciliada. Esta labor se desarrollará bajo un modo de proceder sinodal y colaborativo. El proceso se sustenta en la implementación de los Lineamientos del Grupo Juvenil [2] recientemente actualizados y el itinerario especial denominado: “Jóvenes líderes que transforman comunidades desde la Doctrina Social de la Iglesia”.
Desde la Dirección agradezco el apoyo del cuerpo apostólico, oro por la conversión y misión compartida. El Primer Caminante nos bendiga y acompañe para “en todo amar y servir”.
Anexos:
Nakari Delgado
Fuente: Jesuitas Venezuela: Memoria agradecida: La juventud que forja el “Ahora de Dios”