Por allá por el 2013 me dieron la oportunidad de participar en un proyecto nuevo que se estaba planteando para la escuela en donde estudiaba, en la U.E “Ángel de la Guarda” Fe y Alegría, se iniciaba formalmente con el grupo juvenil Huellas, no sabía que era eso, pero se hablaba de Dios y era interesante, así empezó mi caminar en este movimiento. Para el año siguiente, se nos pidió a nuestro grupo preparar un baile para ir a representar al colegio en el XV aniversario de Huellas, el baile del mono, (baile típico Caicara de Maturín), lo preparamos y nos fuimos a Caracas, el Parque Naciones Unidas era el lugar del encuentro, no les voy a mentir cuando le comparto esto: viendo la alegría de tantos jóvenes al cantar el tema “Ese es Jesús” me dije “Yo voy a descubrir porque tantos jóvenes se sienten tan emocionados” y en el pasar de los años, lo descubrí…
Viví cada experiencia de campamento con full alegría, aunque como grupo pasamos algunas situaciones de salud que pudieron dañar la experiencia, el Liderazgo Ignaciano que aprendí en los encuentros formativos, rindió fruto y pudimos superar, con la ayuda de buenos asesores y acompañantes los momentos difíciles y vimos, que esto no era un compartir más, era un estilo de vida, eso es ser huellista, un estilo de vida.
Muchos años y muchas experiencias, fui huellista, luego líder de grupo de jóvenes, luego asesor voluntario de etapas y hasta llegué a ser asistente de pastoral de la Zona Oriente, cada etapa fue fundamental para mi desarrollo como persona, Amar y Servir se volvió el centro de mi vida (y aún lo es), descubrí que la justicia social y cristiana, nos invita a darle al prójimo tanto como hemos recibido y partiendo de ese principio, también buscar ser felices en lo cotidiano. Logré obtener herramientas que siempre estarán al servicio de mi Iglesia y de la Sociedad.
Hoy no participó activamente en el movimiento, sin embargo, sigo siendo voluntario del mismo en la producción del Segmento Radial que lleva por nombre “Huellas en Familia”, que sale al aire los domingos en el programa “Bienvenido a tu casa” de radio Fe y Alegría. Agradeceré a Dios siempre la oportunidad de haber crecido en este movimiento juvenil que me ayudó a FORMARME PARA SER MÁS ÚTIL y A LUCHAR POR UNA SOCIEDAD MÁS JUSTA y lo mejor de todo es que jamás dejé de APROVECHAR AL MÁXIMO MI JUVENTUD, estas son de las frases más hermosas de la Oración del Huellista y hoy miro mi recorrido y digo, que alegría poder ser parte de esta gran familia.
No me queda más que pedirle a María Madre del Caminante que siga acompañando a tanta gente buena que hace vida en este movimiento y también por los que alguna vez nos acompañaron, que tienen hoy otras responsabilidades, pero que siempre serán huellistas y pido en especial por aquellos que ya se han reunido con el Padre, que sigan sintiéndose felices, pues aquí estamos esas semillas que como el sembrador un día sembraron.
Este recordar se lo dedico especialmente a Yulicélida Jaramillo y Robert Valera, dos de los más grandes huellistas que he conocido, y que me enseñaron a ir más hasta donde sea necesario por los muchachos que el Señor nos ha encomendado, mis hermanos, descansen siempre en paz.
Jesús León