El Movimiento siempre ha hecho la apuesta por la juventud, la creatividad y la innovación que son parte de los fundamentos y valores que caracterizan a Huellas y al Huellista. Llegué a Huellas gracias a estudiar en el Colegio de Fe y Alegría “Padre Madariaga” en Mérida, donde me ofrecieron “algo”, algo que me engancho; que era estar con mis compañeros de clases, ganar amigos, poder formarme, y poco a poco ir descubriendo que podía dar el MÁS con mis dones y talentos.

Aquí estoy, varios años después de mi primera experiencia, siendo parte del movimiento, ahora en la oficina nacional en el área de comunicaciones, donde disfruto lo que hago y cada día voy aprendiendo y dando mucho MÁS. Es valioso y nutritivo ser parte del talento humano de Huellas, donde apuestan por mí, por mis conocimientos y por todo lo que puedo aportar para hacer crecer al movimiento, poder demostrar que lo que tengo en mi mente, lo puedo diseñar en una computadora, y luego compartirlo en las redes sociales, donde lo creado se transforma en buenos recuerdos y momentos, donde los Huellista y agentes pastorales se ven reflejados, donde se invita a la formación a través de Microtalleres, donde además se aprovecha para hacer las convocatorias para campamentos, eventos y actividades que se van desarrollando, saber que todo eso se va convirtiendo en nuevas experiencias, para jóvenes y niños, me llena de felicidad, porque voy dejando huellas.

Hay que seguir creciendo, apostar por una formación integral, por seguir dando el MAGIS y apoyar el logro de la misión a la que hemos sido convocados, además de estar en el área de comunicaciones, también colaboro en la Parroquia Jesús Obrero, en Los Flores de Catia, acompañando el liderazgo infantil a través del desarrollo del itinerario formativo de Huellas “Pasitos de Fe”, un apostolado que me motiva cada sábado a compartir con los niños y niñas de la comunidad, a apostar por su formación espiritual y social, a empezar a crear esa generación de relevo que inspirara a muchos más, y lo más importante, que vivan muchas cosas buenas y nuevas como yo lo hice en mi etapa de Huellista.

Huellas enseña que no nos debemos detener, que se pueden buscar nuevos caminos por donde transitar, que se debe seguir apostando por la formación personal, por las experiencias con propósito y a no dejar de lado el encuentro con los demás.

Yojan Manuel Flores, Analista de Comunicaciones Huellas.