El Movimiento Juvenil Huellas en la región de Occidente, particularmente en Zulia, es un pilar transformador para niños, niñas, adolescentes y jóvenes (NNAJ). En medio de un entorno marcado por retos sociales y económicos, este movimiento brinda oportunidades valiosas para el desarrollo integral, potenciando el crecimiento personal, espiritual y social de sus participantes, quienes se convierten en auténticos agentes de cambio en sus comunidades.

Un Modelo Integral de Formación con Impacto Real

Huellas reconoce el desarrollo humano como un proceso estratégico y continuo. Por ello, ha implementado itinerarios formativos diseñados para responder a las necesidades de cada etapa infantil y juvenil. Estos procesos, graduales y sistemáticos, fomentan habilidades socioemocionales y fortalecen la espiritualidad ignaciana, acompañando a los NNAJ en su camino hacia el liderazgo cristiano, social y ciudadano.

En la región de Occidente, estos itinerarios han consolidado 11 grupos activos en centros educativos y uno en parroquias, creando espacios de formación donde los NNAJ trabajan unidos por un futuro esperanzador. A través de programas como Casa de los Muchachos y el Grupo Juvenil, Huellas promueve entornos enriquecedores que estimulan el aprendizaje, la convivencia y la acción social desde temprana edad.

Fortaleciendo Redes y Vocaciones

Un aspecto fundamental del Movimiento es la promoción del trabajo en red, fomentando colaboraciones estratégicas con instituciones, parroquias y comunidades. Este enfoque permite compartir recursos y experiencias, enriqueciendo cada proyecto y ampliando su impacto. Además, la región ha impulsado encuentros y retiros para agentes pastorales infantiles y juveniles, espacios diseñados para fortalecer su formación, cultivar su espiritualidad y renovar su vocación al servicio.

El Camino hacia el Futuro

Entre los desafíos actuales, destaca la expansión del movimiento mediante la creación de nuevos grupos en articulación con parroquias y centros comunitarios. Este crecimiento no solo amplía las oportunidades para los NNAJ, sino que también fortalece los lazos comunitarios a través de acciones sociales significativas. Cada nuevo grupo representa una oportunidad para inspirar, formar y acompañar a las futuras generaciones en su desarrollo integral.

Con pasión y compromiso, el Movimiento Juvenil Huellas continúa construyendo un legado de unidad, fortaleza y esperanza. Juntos, hacemos la diferencia.

Yanmariel Vilchez
Animadora Zonal de pedagogía y pastoral juvenil de Huellas, Zona occidente (Zulia)