Es motivo de alegría celebrar en Huellas, desde el 29 de noviembre al 05 de diciembre de 2021 los talentos y dones de los 436 Voluntarios que hacen vida en trabajo colaborativo con la misión de Huellas en la formación integral de niños, niñas, jóvenes y adultos.
Los voluntarios son persona comprometidas con la realidad social y buscan soluciones en equipo a las problemáticas que surgen en su comunidad. Huellas procura, acompañar y ofrece espacios de encuentro zonales y nacionales para dar herramientas formativas a todos los voluntarios según su rol, talentos y dones en cada uno de los programas y servicios que se extienden desde Huellas en todo el país.
Bajo esta mirada se ha reconocido el trabajo sensible, delicado, responsable y comprometido de los voluntarios y voluntarias que generosamente van haciendo posible una Venezuela fraterna y un trabajo realizado desde la sinodalidad, es decir, en ese caminar juntos.
Esta semana a significado un darse a conocer, por las redes sociales, con su estilo, con su cultura, resaltando esta frase Ignaciana “En todo amar y servir” y teniendo como centro a Jesús, reconociéndolo en los más vulnerables y siendo ciudadanos insertos en la realidad de la comunidad.
Seguimos con alegría y confianza de seguir apostando por los que construyen escuchando el testimonio de estos hombres y mujeres que creen en un Jesús que está presente en el rostro de los hermanos y hermanas. Gracias, Señor, gracias.
Profesora Raiza Pérez – Analista de Formación del Movimiento Juvenil Huellas
Los voluntarios nos cuentan, por qué les gusta ser voluntarios
“El ser voluntario me permite emplear parte de mi tiempo libre en prestar un servicio que, además de hacerme sentir bien, es positivo para lograr un mundo más justo y solidario, en el que pongo mis dones y talentos al servicio, esos que el buen Dios me ha concedido. Es estar contento con el plan de Dios en esta tierra, es poder ayudar y ser parte de algo más grande que yo, como es el ofrecerme a los más vulnerables o los menos asistidos. Es tenderle una amiga al que está necesitado no solo de alimento, sino también darle fortaleza al que está desconsolado, es escuchar y brindarle consejo a un amigo, es dar tu tiempo sin reservas, es dar con infinito amor y agradecimiento”. Alexander Rangel – Voluntario de Huellas, Zona Andes
“Me gusta ser voluntaria, porque, es dar una entrega de corazón sin esperar nada a cambio, y más que sentir que Dios acompaña tu accionar en la lucha y entrega que das por cada persona en especial por lo jóvenes, es un trabajo grandioso que a lo largo del camino muestra los frutos de crecimiento espiritual y social. Ser voluntario es entregar y dedicar parte de tu ser para ayudar a quién lo necesita”. Belén Chirinos – Asesora del Lugar Fe y Alegría Gran Sabana. Voluntaria del Equipo Zonal Ampliado, Guayana
“Primero porque puedo colocar mis dones al servicio de quien lo necesite, segundo porque siempre estoy dispuesta a salir al encuentro y colocarme en los zapatos del otro, sinceramente no es solo eso, es un dar y recibir con amor, es prestar un apoyo desinteresado y que el corazón quede completamente contento. Es estar, organizar, a veces decidir con juicio, otras veces con un poco de humor, pero siempre apostando al reino, a lo mejor, a lo tangible, a lo bonito que deberíamos ir construyendo en medio de tanta convulsión para las generaciones futuras. Que me realicen esta pregunta un día antes de celebrar la festividad de Cristo Rey, solo me hace pensar que es una coincidencia, esa que me presenta para continuar siendo una voluntaria, porque donde me necesite, allí estaré activa para las que vengan, con mi mejor actitud y energía”. Laura Solano -Casa de los Muchachos Zulia
“No tengo mucha claridad de cuando comencé, pero si tengo claridad de lo significativo de ser parte de esta familia. Desde que comencé a participar como voluntario en las distintas actividades de la casa, sentí que ganaba una nueva familia. Aquí descubrí que los sueños comunes se realizan cuando nos dejamos de diferencias y tomándose de las manos caminamos hacia un mismo destino, acompañándonos y sobre todo escuchándonos. Dentro de este voluntariado he llegado a cumplir roles que incluso desconocía, he coordinado actividades pastorales, comunitarias, recreativas, apoyado en el desarrollo logístico, en la elaboración de reportes, entrega de asistencias, Navidad Huellista, Vamos a Llevarla en Paz. Sin duda son muchas las experiencias vividas y los aprendizajes ganados como voluntario de Casa de los Muchachos Magdaleno”. Gerardo Márquez