El Movimiento Juvenil Huellas sigue consolidando su presencia en la Zona Andes, reafirmando su misión de formación y acompañamiento para niños, niñas, adolescentes y jóvenes (NNAJ). En un contexto desafiante, la organización avanza con un enfoque renovado, integrando pedagogía, pastoral y liderazgo juvenil para fortalecer comunidades y sembrar esperanza.

Renovación y expansión de la misión

Desde marzo, la Animación Zonal Pedagógica y de Pastoral Juvenil ha impulsado un proceso de acompañamiento en la región, profundizando en la realidad de los centros educativos de Fe y Alegría y de Casa de los Muchachos Mérida. En total, 10 escuelas y una sede comunitaria se han convertido en espacios de transformación donde jóvenes descubren su vocación de liderazgo y servicio.

Cada lugar sigue su propio ritmo de crecimiento, atravesando distintas etapas. Sin embargo, todos comparten la certeza de que su formación en Huellas es más que aprendizaje: es comunidad, identidad y compromiso.

Aprender, transformar y fortalecer vínculos

El Movimiento no solo acompaña, sino que también se reinventa. A través de la Propuesta Curricular 2020, Huellas integra metodologías inclusivas y flexibles que potencian experiencias pedagógicas, pastorales y digitales. Así, la formación se expande más allá de los libros, conectando a los jóvenes con entornos de aprendizaje reales y dinámicos.

El trabajo colaborativo es clave en este proceso. Durante la visita de la directora nacional de Huellas, Licda. Nakari Delgado, del 05 al 09 de mayo de 2025, se consolidaron alianzas con Fe y Alegría, la Conferencia Episcopal, la Red Apostólica Ignaciana y diversas parroquias, garantizando el fortalecimiento de la misión.

Frutos del esfuerzo y nuevos desafíos

El impacto de Huellas es tangible. Jóvenes de Huellas Doradas y Azules han reafirmado su vocación de servicio tras su experiencia en el Campamento Misión Semana Santa, integrándose en espacios de acompañamiento comunitario.

El campamento, realizado en Loma de los Maitines con el apoyo de la Parroquia Nuestra Señora de la Asunción, marcó un antes y un después en sus vidas. Sus palabras lo confirman: “una experiencia significativa”, “de crecimiento personal y espiritual”, “de conexión con Dios”. Conoce mas de esta experiencia https://huellas.org.ve/jovenes-misioneros-signo-de-esperanza-y-alegria-cristiana/

De cara al futuro, el Movimiento seguirá apostando por el desarrollo de líderes comprometidos, consolidando grupos juveniles y fortaleciendo estrategias pedagógicas que permitan la transformación social desde la fe, la colaboración, trabajo en red y la sinodalidad.

La renovación no es un destino. Es un camino en constante evolución, y Huellas sigue avanzando con esperanza al servicio de la iglesia venezolana.

Elena Ramos
Zona Andes-Táchira