El Movimiento Juvenil Huellas ha buscado siempre apostar por la juventud, por el rescate de los valores que invitan a seguir a Jesús de Nazaret de una forma más cercana.
Mi llegada a Huellas fue hace 9 años, casi comenzando a trabajar como docente en la E B General Rafael Urdaneta – Fe y Alegría en San Francisco estado Zulia, podría decir que me “enganché” con Huellas desde un principio. Cuando me invitaron a ser parte del Movimiento, ya tenía experiencia trabajando con jóvenes a nivel de parroquia y en “Joven misión”, una de las Obras Misionales Pontificias.
En la actualidad soy Asesora, del mismo Lugar Huellas donde me inicié, y puedo decir que cada día me enamoro más de la forma en que Huellas trata de llegar hasta los jóvenes, en cuanto a formación, vivencias espirituales, de crecimiento personal, como factor de cambio social, formando líderes en sus comunidades… Huellas hace despertar corazones hambrientos del amor de ese Jesús amigo, cercano y alegre; ayuda a descubrir los talentos de cada uno de estos jóvenes que buscan voluntariamente estos espacios, para pasar un rato distinto y conocer a Jesús de una forma jovial y fraterna.
Estoy muy agradecida no sólo por haberme abierto sus puertas, sino por enseñarme a ver la vida de una forma distinta, por ayudarme a vivir experiencias de encuentro personal y espiritual con el Dios amor, ser parte de este movimiento me hace sentir orgullosa, siempre al servicio de los demás, permitiendo aflorar mis destrezas y habilidades, el conocer a tanta gente bonita, el poner mis talentos al servicio, en todo amar y servir. .
Me gusta mucho la parte de animación y recreación con la que se llevan los encuentros en Huellas, me parece que es el gran plus de este Movimiento Juvenil que forma jóvenes a través de otros jóvenes. El material pedagógico, los itinerarios formativos, son una herramienta muy completa y de gran utilidad para cualquier ámbito de nuestras vidas, la espiritual, de crecimiento personal, de acción social y de liderazgo juvenil.
El poder ver a través de experiencias de otros huellistas formados esa entrega incondicional del voluntariado, es de gran satisfacción y me motiva a seguir apostando por el acompañamiento de mis chamos en mi Lugar Huellas, el seguir animándolos a participar de los encuentros, a vivir las experiencias propias de cada una de sus etapas, e impulsarlos a seguir adelante a no desmayar, a que sean ese fruto de las próximas generaciones de Huellista, que siguen apostando por el servicio, por seguir las Huellas de Jesús, el Primer Caminante.
Agradezco con mucha humildad todo lo que el movimiento me ha brindado, buenos amigos, experiencias maravillosas de fe y entrega incondicional, servicio por aquellos que lo necesitan, herramientas y estrategias de enseñanza con una pedagogía ignaciana que se cala en los huesos, se siente fuerte en el corazón y se vive a plenitud a través del hermano. Doy gracias a Dios por ser parte de esta hermosa familia.
Alba Karina Lalama Ochoa, Asesor de Lugar Huellas
