Los huellistas siempre han buscado realizar sus acciones pastorales en sus comunidades, colegios y parroquias, teniendo como poblaciones preferenciales a los niños y las niñas de las zonas populares cercanos a sus Lugares Huellas. Además del trabajo que se hace en los campamentos y experiencias misioneras, Las Palabras no bastan había impulsado una gran cantidad de iniciativas y experiencias de trabajo pastoral y recreativo con niños y niñas.
Esas iniciativas tomaron diversos nombres y formas organizativas en distintas partes del país, destaca la de Huellas Santa Elena (2015), en Acarigua, Edo. Portuguesa: pero en su conjunto le indicaban al Movimiento Juvenil Huellas que los niños y niñas han estado presentes en su horizonte de atención. Por lo cual, era pertinente comenzar a discernir si el Movimiento Juvenil podía acogerlos dentro de sus itinerarios de formación. Pasitos de Fe es el resultado de un discernimiento que respondió a la interrogante ¿Qué le puede ofrecer el Movimiento Juvenil Huellas a los niños y niñas que se acercan a nuestros programas? Esta inquietud resonó en varios equipos apostólicos 2013-2014 y fue asumida por los Programas CUPAH y Casa de los Muchachos a finales del 2014, pues el trabajo pastoral, comunitario y educativo de estos Programas en los sectores de los Cangilones y San Miguel de La Vega confirmaban que la población infantil necesitaban de un itinerario desde el cual se pudiese generar procesos de acompañamiento más sistemáticos e integrales con los niños. En junio de 2014 en una reunión del equipo pastoral de Casa de los Muchachos y CUPAH con el Director del Movimiento Juvenil Huellas del momento, P. Rafael Garrido, SJ., se nombró una comisión que diseñaría y pensaría un itinerario de acompañamiento y formación que respondiera a las necesidades de los tres Programas del Movimiento Juvenil en torno a la población infantil; para ese entonces, se acordó que debía ser una propuesta que se inspiraría en la pedagogía de Huellas, pero que tendría como carisma propio la iniciación cristiana de niños y niñas de entre 9 y 12 años.
Fueron necesarias 10 reuniones intensivas de diseño y edición. Participaron todos los jóvenes Cupahistas y todos los pastoralistas del momento. Así fueron surgiendo ideas que le dieron forma y rostro a este nuevo itinerario.
Aquellas palabras de Jesús en el evangelio “dejen que los niños se acerquen a mi” (Mc 10, 13-16) nos inspiraban en las discusiones y formulaciones de la propuesta. Recuerdo que las primeras intuiciones nos indicaban que este itinerario debía significar los primeros pasos de los niños y niñas en su acercamiento a Jesús, el Primer caminante. Queríamos que cada tema significará un pasito de los niños y niñas hacia Jesús. Estos pasitos debían ocurrir en los lugares en los que los niños y las niñas hacían vida; el barrio, la escuela, la calle, el hogar debían ser el contexto donde ocurrirían estos encuentros con Jesús. Asimismo, tenían que ser lugares de encuentros amenos, lúdicos y festivos. Espacios de conversación, escucha y conocimiento con el Jesús de los Evangelios. El itinerario debía buscar que los niños y niñas aprendieran a vivir con alegría y compromiso los valores cristianos.
Finalmente, tenían que ser encuentros en los que los niños y niñas hicieran grupo de amigos; relaciones que serían la semilla de la fraternidad necesaria para consolidar posteriormente el Grupo Juvenil Huellas en las comunidades y barrios donde se implementará este itinerario. Se logró una propuesta pedagógica inspirada en el itinerario del Grupo Juvenil Huellas y una mistagógica de iniciación cristiana con una didáctica lúdica centrada en el Jesús de los Evangelios.
Este itinerario de formación y acompañamiento para niños y niñas recibió el nombre de Pasitos de fe. Juan Carlos Sierra, SJ.