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Vamos caminando hacia la construcción de una iglesia y un país que Dios quiere y nosotros soñamos

“Les doy un mandamiento nuevo: que se amen los unos a los otros. Ustedes deben amarse unos a otros como yo los he amado. En esto reconocerán todos que son mis discípulos, en que se amen unos a otros.»”

Jn, 13-34,35

1. En una sociedad donde el cristianismo ya no se transmite ambientalmente, [1] es decir; el modo cómo se asumía el ser cristiano y las concreciones con las que se vivía dicha opción, está llegando a su fin, exige una re-cristianización (evangelización) de quienes son cristianos todavía y de los que desean serlo. Una acción que no tiene nada que ver con las formas tradicionales de defensa o autoafirmación del cristianismo de otros tiempos. Exige comenzar a vivir nuestra fe convertida urgentemente.

2. Por otra parte, no puede pensarse en una ruptura con la realidad, sin que el cambio no se de en la estructura de la sociedad, pues como Iglesia, debemos ser, realmente, fermento en la masa.

3. ¿Cómo responder a la tarea de formar hombres y mujeres discípulos y discípulas misioneros, apasionados por cristo y su propuesta, capaces de establecer relaciones verdaderamente fraternas humanizantes y humanizadoras que transformen la Iglesia y al mundo?

4. Durante el pontificado del Papa Francisco, este tema ha concentrado la búsqueda de caminos para que la iglesia sea realmente sacramento de amor, solidaridad y misericordia en medio del mundo. Esa invitación nos coloca como parroquia un gran reto, una tarea que no puede ser postergada; transformar nuestras estructuras, nuestras miradas, nuestras relaciones y nuestros horizontes. En medio de ello, los niños y jóvenes de nuestra parroquia, han sido uno de grupos en los se ha invertido mayor esfuerzo y dedicación. ¿Cómo lograr que estos niños, niñas y jóvenes encuentren algo nuevo que les robe el corazón?

5. La respuesta la hemos encontrado de la mano del Movimiento Juvenil Cristiano Huellas. Como obra de la Compañía de Jesús en la Provincia de Venezuela, huellas nos ha ofrecido de forma efectiva una propuesta de formación integral para nuestros muchachos y muchachas.  Su propuesta pedagógica-cristiana-humana se ha convertido en la opción que la parroquia Jesús Obrero ofrece como pastoral infantil y juvenil, en conjunto con la propuesta propia de catequesis de primera comunión. Creemos firmemente que huellas ha dinamizado las condiciones de posibilidades y oportunidades para que las nuevas generaciones cristianas puedan cristalizar el horizonte trasformador al estamos invitados.

6. Actualmente contamos con experiencias pilotos de dos grupos; “Pasitos de Fe” con 19 participantes y “Huellas Blancas” con unos 14 respectivamente. Los dos grupos son bastantes heterogéneos; con edades entre los 7 y 16 años. Algunos de ellos vienen del grupo que realizó su primera comunión el año pasado, otros que están esperando tener la edad para la catequesis primera comunión o confirmación y el resto de diferentes sectores que conforman la parroquia. El reto de transformación y formación es arduo, lento, pero podemos percibir los frutos en el modo como cada uno va asumiendo la propuesta.

7. Asumir este reto sólo puede ser posible mediante el trabajo en red establecido entre las diversas obras que hacen vida en la capital. El apoyo institucional y de infraestructura que brindan el “Instituto Técnico Jesús Obrero” y el Instituto Universitario Jesús Obrero” han sido claves para llevar a cabo la propuesta. Los apoyos logísticos para la realización de eventos y actividades se han dado gracias a la colaboración de otras obras en la capital como; la “Parroquia la Epifanía del Señor”, el “Servicio Jesuita a Refugiados”, el “Centro de Formación Jesús Obrero”, el “Hogar Virgen de los Dolores” y otros colaboradores particulares. El apoyo de la Oficina Nacional de Huellas y de los responsables regionales, así como la colaboración directa de estudiantes jesuitas del “filosofado Ignacio Ellacuría” y del personal Administrativo de la oficina nacional que han asumido la tarea de formación y atención a los grupos.

9. Como retos principales podemos enumerar tres aspectos;

A) Consolidación y Ampliación del equipo de Huellas. Este es un doble reto; sumar integrantes jóvenes a la formación acompañamiento a los grupos y sumar a los representantes a los encuentros como parte del equipo.

B) Que los integrantes de Pasitos puedan hacer un camino de formación humana, ciudadana y espiritual de cara a la catequesis de primera comunión y Huellas Blancas de igual forma a la preparación para la confirmación.

C) La capacidad de auto-gestión, para poder responder a las inversiones de materiales para la formación, así como para los traslados, colaboración y participación a los eventos regionales y nacionales.

8. Vamos caminando confiados en el Señor Jesús, tratando de abrirnos a su Espíritu, escuchando y discerniendo sus invitaciones, esperamos continuar avanzando hacia la construcción de una iglesia y un país que Dios quiere y nosotros soñamos.

P. Johnnathan Giménez S.J, Párroco. Parroquia Jesús Obrero – Los Flores de Catia


[1] https://www.vidadelacer.org/images/documentos/trigo1.pdf